Marzo termina con aires de renovación...

Pues si, después de Semana Santa, se acaba mi contrato y cambio de trabajo.

Desde que empecé en el 95 como becaria ,(Cobrando lo que cobraba, entiendo a la Lewinsky...) he acumulado un total de 16 contratos basura en 12 empresas distintas

Después de ese intento de trabajar en algo referente a lo que estudié, misión imposible que abandoné al poco tiempo. Comenzó el chuleo de contratos temporales, por obra, acumulación de tareas, prorrogas de contratos temporales, etc, trabajando como administrativo. Y desde entonces 5 ETTs distintas, un despacho fiscal, un par de empresas de telecomunicaciones, dos de transporte, una Fundación, un banco, varias empresas de servicios, una ingeniería y dos partidos políticos distintos, no han sido capaces de hacerme un contrato que me ofreciera una mínima garantía y seguridad

Gracias a unos y a otros, sólo puedo decir , que de no tener la suerte de poderme apoyar en las personas que me rodean, nunca hubiera podido firmar un contrato de alquiler, ni por supuesto pedir una hipoteca, comprarme a plazos una nevera o financiar la cuenta del dentista. Así que como comprenderán, aunque no voy a dejar de ir a votar siempre que toque, por esta, y por otro millón de razones, que nadie me pida que lo haga con mucha fe.

Por el camino, tanto rodar, al menos me ha aportado conocer a un montón de personas diferentes, un montón de formas de trabajo distintas y saber que de todos sitios se aprende algo.

Después de dos años en el mismo sitio, echaré de menos a mis compañeros, pero nada que no pueda arreglar el correo electrónico y una caña de vez en cuando, así que recargaré fuerzas en Semana Santa, porque a la vuelta ¡volvemos a empezar!